Mundos:
Todo depende de tus más increÃbles sueños. Esos llenos de ilusión por lo imposible.
Desde las estrellas o tal vez, como parte de ellas, en su fantástica luz multicolor.
Dónde la energÃa y la masa se confunden sin aparente control, ni razón posible.
No dejándome otra alternativa que dejarme llevar con su energÃa pura, a dimensiones de existencia nunca vistas.
AsÃ, caminando en el espacio, sin arriba ni abajo, hipnotizado en serenidad sublime.
Dónde mi centro es mi palpitante corazón y mi destino, el amor por el Universo, que me nutre y llena de su espÃritu.
Más allá de lo conocido y más allá de toda posible visión. Descubriendo que soy inmortal con mis sueños llenos de pasión y amor por ti. Ellos, me proyectan puro, lumÃnico y cálido.
AsÃ, la muerte será tan distante que cuando ocurra, cual supernova, ya seré parte de otra estrella.
Siendo siempre lo que mis sueños determinen, porque con ellos, es cuando existo.
Si alguna vez, dejo de soñar será cuando sienta el paso de los instantes y me esclavice al duro y frÃo cemento. Dónde desesperado, siento venir la muerte.
Por eso, sueño todo lo que pueda y termino viéndome como un anciano caminando en el parque de estrellas.
Lleno de recuerdos y riéndome de mà mismo.
De repente, sueño con ella y su amor de siempre. Y veo cómo se materializa a mi lado. Tomándome de la mano, juntos disfrutamos el espectáculo galáctico.
Y con los sueños, nos vamos a otras sendas, a otras ilusiones, a otras vidas, y definitivamente, a otros mundos.
Jorge Troncone O.